Hace 4 cuatro años fui de viaje por primera vez a Sudamérica, y ya de paso que nos encontrábamos ahí decidimos hacer un poco de turismo. No estaba en el plan ir a Perú, pero lo hicimos, no nos arrepentimos, y terminamos yendo a Machupicchu y la montaña de 7 colores.
El camino al pueblo situado en la falda de la montaña de Machupicchu fue algo cansador ya que lo hicimos a pie, tres horas y media, pero valió la pena.
El pueblo aguas calientes es mas un pueblo turístico donde simplemente hay tiendas de comida y para comprar recuerdos. Después hay que subir escaleras durante hora y media y finalmente se llegaría a la ciudad inca, Machupicchu.
Es sorprendente y algo que todavía no se puede llegar a comprender del todo, hay teorías claro, el como subieron esas piedras hasta ahí, siendo estas grandes, y como claro también pudieron tallarlas de manera perfecta, recordemos que esta ciudad fue construida en el siglo XV. Esto me recuerda mucho a las piedras con las que se construyeron por ejemplo las pirámides de Egipto. De esto hablare en otra reflexión.
Otro aspecto que me llamo la atención fue el Templo del Sol, ya que este templo sirvió como observatorio astronómico donde se podía determinar exactamente la llegada de los solsticios y los cambios de estación (esto debido a la estratégica posición de las ventanas).